La Pita Pinta Asturiana es una gallina campera perfecta para el clima de Asturias ya que está perfectamente adaptada a la humedad.
Su rusticidad, cualidad reñida con la precocidad, compensa este problema con una resistencia a las enfermedades y una longevidad que hace que prolongue su vida como productora de huevo unos 4 años, llegando sana al final y engrasando bien. Resultando así un buen animal para los caldos en invierno.
Los machos compensan su lentitud en el engorde con la calidad organolépticas de sus canales, siendo ellos los auténticos
«PITOS DE CALEYA» ASTURIANOS.
Como ya se ha dicho esta raza es muy longeva, aunque los machos suelen sacrificarse sobre los tres años como mucho. Aunque algunos criadores mantienen por caprichos hasta más de diez años como en el caso del ejemplar de la foto.
Esta rusticidad facilita mucho la crianza de esta raza también en el sentido de que las instalaciones para su alojamiento pueden ser sencillas no necesitando espacios cerrados, lo único que hay que tener en cuenta es el evitar en los dormideros las corrientes de aire.
En en campo los machos siempre están vigilantes para alertar y proteger sus hembras.
También este celo por sus arenes les hace establecer la jerarquía y el control de sus territorios.
No obstante los gallos de Pita Pinta no suelen ser agresivos con sus cuidadores.
Otra característica relacionada con la rusticidad de la raza es el desarrollado carácter maternal de las hembras, comportándose como excelentes nodrizas.